Estrategias generales para acompañar a niños con dificultades de aprendizaje
Nuestros chicos con dificultades en el aprendizaje suelen tener algunas de las habilidades básicas en déficit, es decir, que por distintos motivos, no han llegado a consolidarlas de la forma requerida para que el aprendizaje se dé de manera fluida. Las habilidades básicas vendrían a ser el “backstage” en un teatro, aquello que está detrás y que no percibimos fácilmente pero que son el eje que da soporte y hacen las veces de estructura haciendo posible que los distintos aprendizajes se den adecuadamente. Como mencioné en los primeros artículos sobre integración sensorial, ésta es la puerta de entrada de la información del medio que cuando es procesada de forma adecuada, facilita la buena consolidación de las habilidades básicas.
Si bien estas habilidades necesitan ser trabajadas en terapia para ayudarlos a avanzar, no podemos sentarnos a esperar que alcancen el punto idóneo para recién empezar con el aprendizaje de las distintas materias, sino que tenemos que ir poniendo los medios para ayudarlos a aprender según lo requieran sus propias características. Por esto, a estos chicos tenemos que facilitarles el camino para que logren aprender lo mismo que los demás, ayudándolos a ir potenciando otras habilidades para lograr compensar y aprender, aunque tal vez a un ritmo más lento.
Primero quiero plantear de forma muy general dónde considero que se ubican las raíces de estas dificultades que están detrás de estos aprendizajes, para luego sugerir algunas estrategias generales que deberán irse adaptando a la situación de cada uno, buscando facilitarles el día a día y el llegar a estos aprendizajes.
Si bien cada persona es un mundo, los niños con dificultades tienden a presentar ciertas características en común, es decir, suelen compartir algunas manifestaciones, en mayor o menor grado e intensidad y estas son:
• Las dificultades en la integración sensorial (ver artículos del blog), que son las dificultades en el procesamiento de estímulos propios y del entorno, manifestandose a través de la conducta, el aprendizaje y el desempeño cotidiano.
• La alteración en las funciones ejecutivas, que son las capacidades cognitivas necesarias para controlar y autorregular la propia conducta. Nos permiten establecer, mantener, supervisar, corregir y alcanzar un plan de acción; de autodirigir internamente nuestras acciones para alcanzar una meta. Las más comunes son establecer un objetivo, la planificación, organización, la atención, memoria, la motivación, la inhibición, el control del tiempo y espacio, rectificar errores, preveer consecuencias, etc.
• La comunicación pragmática, que es la capacidad para leer el entorno, comprender, interpretar, inferir, deducir, predecir, entre otras. Se hace evidente en la interacción y también en el aprendizaje, puesto que les cuesta seguir indicaciones, así como ser muy literales y tener un pensamiento muy visual.
Las diferentes combinaciones de estas manifestaciones se hacen evidentes en el aprendizaje bajo diversos indicadores, tales como:
• las dificultades auditivas, que limitan la capacidad deretener información más compleja donde son necesarios los procesos de recepción y comprensión auditiva. Conlleva a una dificultad en el área verbal, la capacidad de adquirir vocabulario, hacer categorizaciones, etc.
• Las distintas combinaciones de funciones ejecutiva alteradas, donde la más conocida es el déficit de atención y que se llama así cuando cumple con tener alteradas específicamente 6 de las funciones ejecutivas: la activación, el foco, el esfuerzo, la emoción, la memoria de trabajo y la acción.
Sin embargo, otras combinaciones se manifiestan como:
Teniendo esto en mente, quiero plantear algunas estrategias que ayudarán a nuestros chicos a ir avanzando como todos queremos que lo hagan. Esta semana plantearé algunos aspectos generales que como profesores o padres no podemos perder de vista y necesitamos tener presentes al momento de acompañarlos en el aprendizaje cuando les planteamos las distintas actividades.
• La organización y la anticipación: Con ellos no pueden haber sorpresas, de lo contrario, se cargan de ansiedad la misma que actúa como un detonante. Por esto necesitan mucha estructura y límites. Debemos tener siempre presente que les cuesta muchísimo manejar los cambios, para lo cual anticiparlos a lo que esperamos de ellos les facilita el camino. Con ellos no hay espacio para la improvisación; ya sea el trabajo en el aula o el trabajo en casa, necesitamos tener de antemano listo el material que utilizarán para así aprovechar su atención y esfuerzo de forma eficiente en aquello que realizarán.
• La flexibilidad: Necesitan no tener una exigencia rígida, donde las actividades deban ser hechas de una sola forma y en un tiempo limitado. Ellos necesitan de nosotros mucha flexibilidad y disposición para adaptarnos a sus requerimientos.
• Interés y compromiso: El 50% del camino se logra con el vínculo de confianza e interés que se logre establecer. Debemos considerar sus intereses personales y el transmitirles que entendemos lo que sienten y que tienen nuestro apoyo.
• Ritmos: ¡Démosles más tiempo y menos contenido! El ritmo no es algo que ellos pueden controlar, de manera que apurarlos no traerá un mejor resultado, por el contrario, será menos eficiente. Ellos necesitarán hacer 5 sumas en media hora en lugar de 10 sumas en 15 minutos. Pero al final igual nos demostrarán si saben sumar o no.
• Ser explícitos: Con ellos no podemos sobreentender que saben y entendieron lo que se les pide que hagan. Con muchísima frecuencia no logran tener claro qué es lo que se espera de ellos. De igual manera, muchas veces no han logrado comprender el significado de términos abstractos, lo que les dificulta poder ejecutar lo que se les pide. ¿Cómo podría alguien reflexionar sobre algo, si no tiene claro el significado de reflexionar? Puede parecernos increíble, pero es real.
• Relevancia: Si el niño no ha incorporado aún un conocimiento básico, no se debe pasar al siguiente que requiera de esos conocimientos previos. Es mejor demorarnos, dándole mucha oportunidad de práctica con material que realmente sea relevante. De igual manera, que las tareas que se les envíen a casa o las tareas de práctica que les demos en casa sean actividades que realmente vayan a favorecer el aprendizaje y no sólo a agotarlos.
• Ante exámenes: El profesor debe estar muy pendiente de ellos, puesto que se demorarán en empezar o se distraerán. Se les debe dividir la prueba en varias partes e imprimirlas por separado, de manera que se le vayan dando en la medida que va terminando la anterior. Así no se abruman con todo lo que deben responder y se enfocarán mejor. También es importante que se complemente con pruebas orales, o siguiendo el estilo que más le ayude a demostrar lo que aprendió. Una buena idea es permitir que decidan la forma de responder: redacción, dibujo, mapa semántico, etc. Tengamos en mente limitar el contenido a evaluar y priorizar la evaluación de procedimientos, porque es evidente que si saben ponerlo en práctica es porque la teoría y definiciones las tienen interiorizadas.
• Las tareas son también otro aspecto a tener en cuenta con ellos. Debemos considerar que para cualquier actividad requerirán de esfuerzos extras y que su resistencia a la fatiga es pobre. En el caso de estar medicados, el efecto suele ya haber pasado a la hora que les toque hacer tareas, además que lo más probable es que deban asistir a terapias durante la tarde. Por todo esto es importante que dosifiquemos las tareas que se les envíe a casa y limitarlas a aquello de lo que realmente saquen provecho.
• Debido a sus dificultades con las funciones ejecutivas como la atención, la concentración o la memoria de trabajo, debemos considerar que su motivación y su esfuerzo sostenido serán pobres, por lo que debemos plantearles objetivos a corto plazo y muy concretos.
La próxima semana, continuaré con las estrategias de aprendizaje concretas para facilitarles el día a día.
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