¿Qué es la comunicación pragmática?
Si a mí me hubieran preguntado hace 12 años: ¿Qué es la comunicación pragmática?, yo hubiera respondido que es hablar y decir lo que uno quiere para satisfacer sus necesidades. Me costó entender que mi hijo tenía serios problemas de comunicación.
Comunicarnos es muchísimo más que eso e implica una serie de procesos, que cuando no se dan de la manera adecuada, puede resultar muy complicado no sólo el interactuar correctamente, sino también el aprendizaje y el manejo de las emociones, puesto que la comunicación está presente en cada interacción cotidiana.
La comunicación tiene diferentes niveles, todos ellos importantes, sin embargo, no todos de la misma manera. Estos niveles son el fonético (pronunciación adecuada), el morfológico (orden de las palabras dentro de la oración), el semántico (nivel de vocabulario) y el pragmático (uso práctico del lenguaje). Cuando se presentan dificultades en los 3 primeros, es relativamente sencillo poner solución con la ayuda de una terapia, y si esto no fuera posible, la persona de igual forma sería capaz de interactuar con las personas de una forma regular. Sin embargo, el nivel pragmático, que es el nivel del que menos conocemos, es el que mayor reproducción ercusión tiene en la vida de una persona.
Se trata del uso práctico, útil y funcional del lenguaje. Lo que sería correcto en un determinado momento de la comunicación. Con frecuencia tendemos a usar las palabras lenguaje y habla como si fueran sinónimos, lo que lleva a muchos a no comprender cómo un niño podría tener un problema de comunicación o de lenguaje, si habla bien.
El lenguaje y la comunicación tienen un alcance mucho más amplio que simplemente hablar y pedir lo que queremos o dar indicaciones. Tiene una perspectiva muy extensa que se hace presente en cada interacción. Comunicarnos es compartir ideas, buscar significados en los actos de los demás e intentar ayudarles a entender el significado del nuestro, pero muchas veces estos intentos fracasan debido a las alteraciones en el nivel pragmático del lenguaje, lo que se traduce en una comunicación muy pobre en todas sus formas. A la pragmática le concierne las relaciones interpersonales, en qué medida son eficaces los actos o la comunicación para cumplir el objetivo deseado, es decir, si cuando una persona se comunica con otra toma en consideración el interés de su interlocutor; que los mensajes que envía sean interpretables, que igualmente sean capaces de interpretar y comprender con exactitud lo que le transmiten ya sea de forma oral, escrita, con gestos o a través de otros comportamientos que usamos para comunicarnos.
A estas personas no les cuesta aprender otros códigos o lenguas, sino más bien comprender lo que se pretende hacer con ellos y como usarlos adecuadamente. Estas personas no son capaces de entender las reglas de la comunicación, el cómo usarlos ni cómo llevarlos a la práctica. De ahí el nombre pragmático. Muchas veces pueden darnos una cátedra teórica sobre algún tema, pero ser incapaces de aplicar lo predicado, puesto que todo se queda en información teórica. No son capaces de leer a los demás, los gestos, las emociones, las intenciones, es decir, entender lo que motiva la conducta propia y ajena. También les cuesta el poder expresarse de manera coherente y dentro de un contexto; expresarse adecuadamente para transmitir lo que hay en su mente, el poder predecir, adjudicar creencias, comprender conceptos abstractos, entre otras actividades mentalistas. Les resulta difícil responder cuando se les hacen preguntas abiertas del tipo ¿Qué?, ¿Cómo? o ¿Por qué?.
Suelen no pensar en el interés de la persona con la que están hablando y sólo hablan de los propios, o se van por la tangente sin llegar a concretar una comunicación efectiva y relevante.
La comunicación en todos sus niveles es un sistema integrado de normas y las alteraciones en la comunicación pragmática se hacen evidentes, como mencioné antes, en la interacción, en el comportamiento y también en el aprendizaje. La conducta de una persona no es más que una forma de comunicación y las personas que tienen alterado este nivel de la comunicación transmiten sus ideas, sus sentimientos y sus emociones de la forma que saben y pueden, por lo que muchas veces son percibidos como extraños, malcriados, pedantes, insolentes, desafiantes, siendo la raíz de todo, una pobre comunicación pragmática. De igual manera, una comunicación pragmática alterada, llevará a que la persona no sea capaz de ponerle palabras a su pensamiento, de llevar a cabo el discurso privado (hablarse uno mismo para organizar su pensamiento), o de comprender conceptos abstractos, entre muchos otros aspectos presentes en todo proceso de aprendizaje.
Como seguramente ya ataste cabos, la comunicación pragmática está estrechamente vinculada con las distintas áreas de la vida de una persona, como lo son las habilidades sociales, el aprendizaje y el manejo de las emociones y el origen de estas dificultades está en la "Teoría de la Mente".
La Teoría de la Mente es el nombre que la psicología/psiquiatría le ha puesto a una capacidad neurológica. Como todas las capacidades, todos contamos con ella en mayor o menor proporción. Hay quienes la tienen bastante disminuida lo que da origen a las dificultades en la comunicación pragmática.
Si bien una dificultad de comunicación pragmática se suele adjudicar al espectro autista, no es exclusividad de ellos. Hay más personas de las que piensas al rededor tuyo con dificultades pragmáticas de la comunicación y de la misma manera como sucede con las dificultades sensoriales, un gran número de niños con problemas de aprendizaje o de conducta, presentan algún grado de estas dificultades mentalistas.
Como me quiero enfocar en el aprendizaje, quiero que tengan en mente algunos aspectos y la próxima semana profundizaré en las formas concretas que ellos necesitan que utilicemos para ayudarlos a aprender. El primer aspecto es que tienen pensamientos muy visuales y que en muchas ocasiones no piensan totalmente en conceptos, sino en imágenes. Por lo que las imágenes son su idioma y la forma que necesitan para acceder a todo tipo de aprendizajes.
Por otro lado, les cuesta comprender lo que no pueden ver, por lo tanto no logran incorporar los conceptos abstractos, tan presentes en el día a día. ¿Cómo podrán reflexionar sobre algo si no entienden el significado de reflexionar? o tal vez lo saben en teoría, pero no lo saben llevar a la práctica.
Cuando un déficit es severo, nos resulta evidente y tenemos claridad de que es necesario intervenir. Sin embargo, cuando es más superficial, nos resulta difícil poder apreciar que está presente y esos casos son los que resultan más complicados porque cuesta relacionar esos déficits con la conducta, con el aprendizaje o con tantos otros aspectos que muchas veces no comprendemos por qué no se dan como deberían. Estas dificultades pragmáticas se dan porque estas personas no tienen la capacidad innata de adquirir el conocimiento que la mayoría si tenemos, simplemente percibiendo el entorno, por lo que necesitan que les sea enseñado como si fuera un idioma extranjero.
Cuando un déficit es severo, nos resulta evidente y tenemos claridad de que es necesario intervenir. Sin embargo, cuando es más superficial, nos resulta difícil poder apreciar que está presente y esos casos son los que resultan más complicados porque cuesta relacionar esos déficits con la conducta, con el aprendizaje o con tantos otros aspectos que muchas veces no comprendemos por qué no se dan como deberían. Estas dificultades pragmáticas se dan porque estas personas no tienen la capacidad innata de adquirir el conocimiento que la mayoría si tenemos, simplemente percibiendo el entorno, por lo que necesitan que les sea enseñado como si fuera un idioma extranjero.
Requieren que les enseñemos usando los caminos que necesitan y no los de la mayoría.
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