Sacando del horno mi más reciente proyecto

Cuando plantamos un árbol y aún es pequeño, muchas veces necesitamos apuntalarlo para poderlo dirigir y que crezca en la dirección adecuada. Nuestros niños en el espectro autista (TEA) se desarrollan diferente que los niños regulares, sin embargo, si tratamos de guiarlos por las formas convencionales que conocemos hacia donde creemos que debemos dirigirlos, no obtendremos ni los resultados buscados ni los requeridos por ellos. No son como ese árbol que sosteniéndolo logramos que crezca como creemos que deberían hacerlo. Lo que necesitan es que los guiemos por caminos, en su mayoría un tanto rebuscados y largos, pero por los que lograremos ayudarles a llegar a ser adultos autónomos y felices, integrados en un mundo confuso para ellos. En general ser padres puede ser complicado puesto que nadie tiene un manual que le dirija, más aún con niños con TEA o con trastorno pragmático de lenguaje, ya que ambos comparten muchas características; y el sólo título ...