Avanzando hacia una lectura fluida y comprensiva


Ayudar a nuestros niños con dificultades de aprendizaje es un objetivo que debemos plantearnos a un mediano/largo plazo.  Irán obteniendo logros a su propio ritmo por lo que debemos compararlos únicamente con ellos mismos, incentivándolos a disfrutar sus avances.  Para esto, será imprescindible la constancia en el desarrollo de las actividades que planteo para afianzar la lectoescritura y en el lapso de aproximadamente 3 a 6  meses, empezaremos a ver los primeros frutos de nuestro trabajo.  Está demostrado, que enfrentarlos a las actividades por períodos cortos (15 o 20 minutos en total), pero con frecuencia (diaria o dos veces al día si fuera posible), es mucho más efectivo que como la mayoría suele estudiar: Una o dos veces a la semana, por más de una hora.  Las mamás pueden utilizar 5 minutos durante la rutina de acostarse, para escribirle sobres su espalda, o pierna, las letras que se vienen trabajando o el tiempo muerto en los viajes en auto para que sientan al tacto sus letras. Además de inlcuir 15 minutos más formales en el momento que mejor les convenga.  Las profesoras pueden destinar cortos períodos a lo largo del día a trabajar estas actividades con los chicos que lo requieran.  Puede ser antes de empezar las clases, al fin del día, antes de salir al recreo, entre otros.
Para comprender el porqué de la eficacia de estudiar en períodos cortos pero frecuentes imagina que todos los días abres y cierras un cajón donde guardas tus llaves.  Pero en ese cajón hay además lapiceros, libretas, y otras cosas.   Si en algún momento alguien pregunta: "¿Quien sabe dónde hay un lapicero?" lo más probable es que tu rápidamente respondas que en ese cajón, porque en tu cerebro al abrirlo y cerrarlo con tanta frecuencia, si darte cuenta ha quedado grabado todo su contenido.  De igual manera funciona nuestra memoria, en la medida que trabajas un tema desde varias perspectivas, por corto tiempo pero con frecuencia, ese aprendizaje quedará a largo plazo establecido.

Como mencioné en las publicaciones anteriores, en el aprendizaje de la lectoescritura para niños con dificultades, empezamos buscando que sean capaces de llegar a conocer las letras por todas las rutas sensoriales. 

Cuando recién se empiezan a trabajar las vocales, nos enfocaremos en que lean de izquierda a derecha sólo las vocales en las palabras, Búscale en Google imágenes y escríbele debajo la palabra resaltando las vocales.  La idea es que lea sólo las vocales, por ejemplo," iguana" lo leeran: I U A A.



En la medida que van interiorizando las letras, vamos agregando las mismas actividades pero incrementándoles la dificultad: Ahora moldearán e identificarán sílabas.  A la par, aquellas letras y sílabas ya trabajadas les pediremos que las lean.  Las escribiremos con letras grandes, espaciadas  y con color.  Después de algunas repeticiones, incrementarás la dificultad, tomándole tiempo con un cronómetro.  He podido concluir, que en la medida que uso un cronómetro, su dominio de estas sílabas va en aumento.  Siempre evidenciando sus logros, haciéndole ver cómo avanza.

Es interesante saber que hay niños que tienen hipersensibilidad visual.  Pueden ser fotofóbicos o no, pero que la intensidad de la luz les resulta abrumante.  Yo descubrí con mi hijo, que la lectura se le hacía mucho más fácil cuando le ponía mis lentes de sol.  Había leído sobre filtros que ayudaban a atenuar el brillo de la luz, pero al no tenerlos a la mano decidí usar mis lentes de sol.   Cuando nos dimos cuenta de la diferencia, decidí ganar tiempo perdido y durante un tiempo trabajábamos sus habilidades lectoras con lentes de sol puestos.  Poco a poco, fue necesitándolos menos en la medida que su músculo ocular se fortaleció.   Le favorecía mucho cuando le presentaba las actividades ya sea sobre  papel de color (colores pasteles) con tinta negra, o tinta de colores sobre papel blanco.  Al parecer, la intensidad entre el blanco y el negro les resulta muy intenso dificultando la percepción y el enfoque.  Esto es algo que tengo presente siempre en cualquier actividad que realizo con todos mis alumnos con dificultades de aprendizaje a cualquier edad,  porque he podido comprobar que les resulta más descansado, así como utilizar letra más grande (Arial 14) y con interlineado más espaciado.

La motilidad ocular es otro aspecto que debemos considerar en nuestro plan de trabajo.  Se trata del movimiento automático, espontáneo y coordinado de los músculos de los ojos que hace posible al cerebro componer una imagen tridimensional de cada signo.  Las personas con dificultades lectoras,  suelen necesitar el ejercicio de estos músculos, que como cualquier otro músculo del cuerpo, necesita estar fortalecido.  Para esto hay muchas actividades que se pueden hacer.  A mi me gusta utilizar la tecnología no sólo porque es práctica de usar, sino porque a los chicos los motiva mucho.  Algunas apps que tengo en mi tablet para este fin son:


Por lo general cuando empiezan a practicar, les genera cansancio, lagrimeo y hasta dolor de cabeza. Será necesario ir dosificando el entrenamiento, empezar 20 o 30 segundos, e ir subiendo hasta 3 minutos cada vez.  Después le pedirás que copie la hoja con sílabas que le pediste que leyera, pero la presentarás en plano vertical, como si copiara de una pizarra, y él o ella deberá escribirlo en plano horizontal, es decir, sobre su papel, de manera que deba subir y bajar toda la cabeza para practicar el enfoque en ambos planos (vertical y horizontal).

A la par, será necesario ir trabajando las grafías de cada letra para ir integrando el aprendizaje en todos sus aspectos.  En la próxima publicación,  nos enfocaremos en el aspecto grafomotor.





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