¿Qué más hay detrás de las dificultades de aprendizaje?

Cuando un niño tiene una dificultad en el aprendizaje nos resulta difícil entender qué es lo que causa que no pueda aprender aquello que  nos parece tan simple.  Nos suelen sugerir que les hagamos evaluaciones de aprendizaje y muchas veces nos parece absurdo cuando el niño demuestra ser inteligente en su desempeño cotidiano y en muchas ocasiones asumimos que es flojera o falta de ganas.

Las habilidades básicas vendrían a ser el “backstage” en un teatro, aquello que está detrás y que no percibimos fácilmente pero que son el eje que da soporte y hacen las veces de estructura haciendo posible que los distintos aprendizajes se vayan construyendo.  Sabemos que la integración sensorial es la puerta de entrada de la información del medio y que cuando no es procesada de forma adecuada, se complica el desarrollo de aquellas habilidades necesarias para continuar incorporando los aprendizajes de forma adecuada.

Las destrezas necesarias de que dispone una persona para aprender y que le permiten captar de forma correcta la información que ve, lee y oye.  Esta información debe poderla procesar y almacenar en la memoria para utilizarla ante distintas situaciones.  Para esto necesita razonar y ser capaz de resolver problemas.

Estas habilidades se dividen en 5 grandes grupos que son:  las habilidades de procesamiento, las habilidades de manejo de la información, los indicadores de visión, las habilidades de lectura y las habilidades aritmético-matemáticas.

Existen algunos factores que influyen en la madurez de estas habilidades, sin embargo, debemos considerar la importancia del aprestamiento pre-escolar, así como el gateo y cada una de las etapas que los niños deben atravesar a lo largo de su desarrollo.  Debemos motivarlos desde muy pequeños, dándoles oportunidades de que ellos mismos hagan las cosas que les tocan hacer (así se demoren) que ayuden en la casa, en la cocina porque de esta manera estamos favoreciendo el que vayan estructurando su planeamiento motriz, tan importante para el aprendizaje y ejecución de lo que vendrá después.

Un aspecto importante es la edad en el nivel de madurez, sin embargo, debemos distinguir entre la edad mental que se relaciona con el éxito en el aprendizaje y la edad cronológica que se relaciona con la madurez social.  El sexo juega también un papel importante, puesto que estudios dejan ver que las niñas maduran antes que los niños por lo que los aprendizajes se dan en momentos distintos. 

El factor salud  también tiene un papel importante en el aprendizaje, puesto que constantes infecciones, deficiencias vitamínicas o trastornos gastrointestinales juegan un papel crucial en el funcionamiento neurológico, no permitiendo un adecuado desarrollo de las funciones ejecutivas y la integración sensorial.

A la integración sensorial ya le he dedicado tres artículos, pero a las funciones ejecutivas no he dedicado mucho.  Su nombre siempre me ha sonado al trabajo secretarial, y es que son, efectivamente las habilidades de organización y planificación necesarias para mantener activo un conjunto apropiado de estrategias de resolución de problemas con el fin de alcanzar una meta futura. 

Son las habilidades que se encargan de la capacidad de auto-dirigir internamente nuestras acciones, como son el idear, la planificación, la organización, la atención, la memoria de trabajo, la impulsividad e hiperactividad, ejecutar, enfocar, inhibir, modular, entre otras.  Si bien afectan los distintos tipos de desempeños, en lo académico juegan un papel muy relevante.

Las funciones ejecutivas están muy relacionadas con la integración sensorial y con el funcionamiento químico de los neurotransmisores, por lo que está muy generalizado el uso de la medicación para ayudar a los neurotransmisores a transmitir el impulso eléctrico de neurona a neurona.  Sin embargo, no es la única forma de ayudarlos. 

Organismos con una integración sensorial alterada, suelen tener funciones ejecutivas alteradas y estar muy vinculados a sistemas gástricos muy sensibles, que al no funcionar adecuadamente tienen una importante implicancia sobre el funcionamiento neurológico.  Sabemos que el intestino es un órgano con funciones inmunológicas, neurológicas, excretoras y endocrinas; donde se produce la absorción de nutrientes y la producción de ciertos aminoácidos que actúan sobre el funcionamiento de algunos neurotransmisores.  Cuando el funcionamiento del sistema gástrico se altera debido al nivel de sensibilidad, es cuando se producen desbalances de la flora intestinal, así como déficits en vitaminas y minerales, generando cuadros como el intestino permeable o la sobreproliferación de levaduras y bacterias, ocasionando daños a nivel inmune y a nivel neurológico.

Por experiencia propia y también de alumnos después de sugerírselo a sus padres, he podido constatar claramente cómo la alimentación afecta directamente al funcionamiento neurológico y por lo tanto interfiere en el aprendizaje y el lenguaje.
Siempre sugiero retirar de su alimentación el exceso de azúcar, de colorantes, de alimentos procesados, comida chatarra, sazonadores comerciales, embutidos y todo aquello que altera el funcionamiento gástrico porque en mi experiencia, hay una relación muy directa.  Mi hijo sigue un tratamiento biomédico desde hace 11 años, gracias al cual volvió a la educación regular y está a punto de graduarse muy satisfactoriamente de la educación secundaria. Sus neurotransmisores fueron regulados identificando sus déficits así como aquellos alimentos a los que tenía alergia o intolerancia y retirados al 100%. En la medida en que su sistema gástrico se fue recuperando, sus habilidades básicas de aprendizaje y sus funciones ejecutivas empezaron a fluir y a manifestarse adecuadamente.

A veces nos parece increíble que esto pueda ser cierto, pero los cambios son ciertos e impresionantes..   Cuando incialmente le hicieron análisis de panel alérgico IgG, para identificar aquellas alergias que no se manifiestan de forma visible, como podría ser un sarpullido, sino más bien en el comportamiento y el aprendizaje, es decir, manifestaciones neurológicas, resultó que era alérgico a la mayoría de alimentos que consumía todas las mañanas.  Empezaba el día más bien con una dosis de lo que para su organismo era veneno, que con un nutritivo desayuno.  Este tipo de alergias no se manifiestan en el momento, sino al día siguiente o subsiguientes de haber ingerido ciertos alimentos.

En las siguientes semanas me enfocaré en cada una de las distintas habilidades básicas y en las actividades que permiten desarrollarlas.

¡SOMOS LO QUE COMEMOS!