Habilidades básicas: Velocidad de procesamiento
Como he comentado antes, las habilidades básicas son aquellos pre-requisitos que están detrás de todo tipo de aprendizaje y que no percibimos fácilmente, pero que son el eje que dan estructura para los diversos aprendizajes.
Cuando un niño no ha alcanzado el nivel de madurez necesario para que los desempeños fluyan sin mayor inconveniente, es necesario ayudarlo desde fuera, a través de actividades concretas y terapia de aprendizaje para alcanzar el nivel óptimo.
Soy una convencida de que si bien las terapias de aprendizaje son imprescindibles, los padres no podemos limitarnos a las 2 o 3 horas de terapia que tenga nuestro hijo durante la semana y que definitivamente hay actividades que podemos trabajar a diario en casa para ayudarles a que el avance sea más contundente.
Estas habilidades se dividen en grupos y suelen estar relacionadas con las áreas curriculares. En esta publicación me referiré a las habilidades de procesamiento de la información, que se refieren a la forma en que la información es captada, la velocidad y manera en que es procesada para una adecuada memorización, para luego poder ser evocada ante una situación en que dicha información permita resolver una situación concreta.
Captar la información es el primer paso que realiza la mente para adquirir la información necesaria y convertirla en conocimiento. En esto juega un papel crucial la integración sensorial, porque si no permite una adecuada captación a través de los sentidos, entonces todo el proceso se complicará.
El ingreso de la información para el aprendizaje escolar, si bien se da con mayor intensidad de forma visual y auditiva, los aspectos táctiles y propioceptivos permiten afianzarlos mejor. En esto intervienen varios aspectos como lo son la atención y concentración, la percepción visual y auditiva, la discriminación visual y auditiva , así como la memoria visual y auditiva. Todos estos aspectos facilitan o interfieren en la forma en que procesamos la información que necesitamos incorporar para adquirir el conocimiento y guardarlo a largo plazo. Si bien en su terapia de aprendizaje realizará actividades enfocadas a desarrollar los aspectos que tenga en déficit, yo sugiero en casa favorecer el desarrollo de estas habilidades usando una app que se llama LUMOSITY, con la que he podido evidenciar grandes avances.
Adicionalmente sugiero algunas aplicaciones que favorecen mucho el desarrollo del procesamiento.
Por otro lado, el lenguaje dirige al pensamiento ayudándolo a elaborar y a organizar la información que recibe, permitiéndola ser incorporada de forma más completa, clara y precisa para ser almacenada ordenadamente. A esto se llama discurso privado, y se refiere a ese hablarnos a nosotros mismos, permitiéndonos organizarnos y dirigir nuestra acción. Hay muchos niños que no logran tener este discurso privado, lo que les dificulta el procesamiento de la información que recibe, demorando en procesarla, o haciéndolo de forma desordenada sin llegar a lograr estructurarla adecuadamente y de una forma muy lenta.
Es importantísimo ayudarlos a desarrollar el discurso privado y lo podemos hacer enseñándoles a hablarse mientras hacemos las cosas. Empieza tú narrando cada paso de lo que estás haciendo para que le sirva de modelo y mientras hacen una actividad que le agrade, pídele que vaya contándote cada paso que da.
Los niños con procesamiento de la información lenta, requieren de más explicaciones, por lo que desagregarles las actividades en varios pasos previos, les permite ir a su ritmo organizando y almacenando en la memoria hasta que logran mecanizar. Una vez aprendido ya es parte de ellos y lograrán utilizar esa información de forma más ágil. Sin embargo, la idea es ayudarlos a agilizar este procesamiento y para esto hay actividades que realizándolas con constancia, le van permitiendo lograrlo.
Realiza a diario actividades con tiempo, como cálculo mental (sumas y restas del 1 al 10 o al 20) por escrito, y tomando tiempo con cronómetro. Dale cada día una hoja que posiblemente le tome al comienzo 10 o 15 minutos realizarla y anota el tiempo, con el paso de las semanas irás viendo cómo va tomándole menos tiempo, a la vez que empieza a memorizar las sumas simples, que son básicas para los desempeños matemáticos posteriores.
También puedes hacer a diario lecturas cortas con tiempo, o lectura de sílabas sueltas. Sílabas directas como ba, pe, jo; inversas como at, ep, ul, así como sílabas trabadas, que vendrían a ser gru, fla, cro, etc.
Otro tipo de lectura que le permite agilizar el procesamiento es la lectura de imágenes, también con tiempo. Puedes usar la creatividad para buscarle distintos tipos de imágenes, como utensilios de cocina, ropas, herramientas, etc.
Por otro lado, el desarrollo de una adecuada percepción espacial permite que desarrollemos la conciencia de la ubicación de las cosas que nos rodean, para sí ser capaces de entender los conceptos de distancia, velocidad y colocación (arriba-abajo, encima-debajo, etc.) y reproducdirlos tanto en 2D como en 3D. Esta habilidad si bien tiene una amplia implicancia en el quehacer diario, juega un papel importantísimo en capacidades como el cálculo matemático y la lectura. Actividades como el copiado de imágenes y completado de simetrías, favorecen mucho el desarrollo de esta capacidad tan necesaria para desempeños académicos.
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